Sí, he estado en un casino. Desde
Barcelona me llevaron en un Citroën DS-21 a Perpignan, en
Francia. Yo iba de invitado. ¡Pobre de mí! jugaban muchos miles de pesetas (cambiados en francos
franceses) y en mis bolsillos a duras penas tenía 100 pesetillas.
Un saludo.