LAMENTOS POR LOS LLANOS DE LA MANCHA
La pandemia sigue viva por diferentes lugares,
ella tan solo se activa para amargar los hogares.
Nadie conoce el camino que anduvo por estas tierras,
ni su penoso mal signo marcado como en las guerras.
La pandemia no se marcha ni quiere olvidar las señas.
camina siempre en La Mancha rompiendo las contraseñas.
Sigue aferrada a este suelo dejando brisas penosas,
el virus no da consuelo ni quiere tardes dichosas,
En La Mancha Toledana se conoce su delirio,
que nunca fue cosa sana al solo dejar martirio.
La pandemia va buscando hacer daño en los caminos,
dicen que viene llegando con penosos desatinos.
Vendrá de nuevo a buscarnos con sus garras pendencieras,
todos queremos guardarnos de las pestes traicioneras.
Este virus malicioso cargada de falsedades,
le vemos más horroroso al ver sus fatalidades.
Los viñedos florecidos y los cereales granando,
todos se sienten erguidos más yo les siento temblando.
La pandemia en el otoño quiere dejar nuevos llantos,
siempre abrazando el retoño y los fríos desencantos.
Los caminos de La Mancha saben ponerle barreras,
la mascarilla se engancha para frenarle de veras.
No dejemos la memoria que quiera lanzar quimeras,
miraremos bien la historia que sabe de primaveras.
Estas pestes maldecidas por los pueblos sufridores,
nos pueden dejar heridas con sus gestos tentadores.
Mascarillas de defensa para frenar dichos males,
la vida se pone tensa con estos virus fatales.
G X Cantalapiedra.
21 – 5 – 2020.
La pandemia sigue viva por diferentes lugares,
ella tan solo se activa para amargar los hogares.
Nadie conoce el camino que anduvo por estas tierras,
ni su penoso mal signo marcado como en las guerras.
La pandemia no se marcha ni quiere olvidar las señas.
camina siempre en La Mancha rompiendo las contraseñas.
Sigue aferrada a este suelo dejando brisas penosas,
el virus no da consuelo ni quiere tardes dichosas,
En La Mancha Toledana se conoce su delirio,
que nunca fue cosa sana al solo dejar martirio.
La pandemia va buscando hacer daño en los caminos,
dicen que viene llegando con penosos desatinos.
Vendrá de nuevo a buscarnos con sus garras pendencieras,
todos queremos guardarnos de las pestes traicioneras.
Este virus malicioso cargada de falsedades,
le vemos más horroroso al ver sus fatalidades.
Los viñedos florecidos y los cereales granando,
todos se sienten erguidos más yo les siento temblando.
La pandemia en el otoño quiere dejar nuevos llantos,
siempre abrazando el retoño y los fríos desencantos.
Los caminos de La Mancha saben ponerle barreras,
la mascarilla se engancha para frenarle de veras.
No dejemos la memoria que quiera lanzar quimeras,
miraremos bien la historia que sabe de primaveras.
Estas pestes maldecidas por los pueblos sufridores,
nos pueden dejar heridas con sus gestos tentadores.
Mascarillas de defensa para frenar dichos males,
la vida se pone tensa con estos virus fatales.
G X Cantalapiedra.
21 – 5 – 2020.