Totalmente de acuerdo Paco, si tu vienes a ponerme...

No sé si conocéis esta pequeña historia. Posiblemente sí.

Seguramente has escuchado o leído acerca de Sócrates, uno de los más renombrados filósofos griegos. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes más encumbrados de la filosofía de la Grecia antigua.
El célebre Maestro, insigne también en el origen del arte de la oratoria y de lo que hoy conocemos como “Coaching”, plantea una interesante matriz de recursos internos para afrontar estas situaciones en lo que se conoce como EL TRIPLE FILTRO DE SÓCRATES
* Cuenta la historia de que cierto día un discípulo se acercó al filósofo, y le dijo:
– ¿Sabes lo que escuché acerca de un amigo tuyo?
Sócrates le miró y respondió – Un momento: antes de decirme aquello que vienes a contarme, quisiera aplicarle un triple filtro a esa información.
– ¿Un triple filtro?— Inquirió, extrañado, su discípulo.
– Exacto. Antes de que hables sobre mi amigo será buena idea dedicar unos minutos a filtrar lo que me vas a decir— Contestó Sócrates.
Y prosiguió: El primero de los tres filtros, es EL FILTRO DE LA VERDAD.
Dime entonces, ¿Estás absolutamente seguro de que aquello que me vas a decir de mi amigo es verdad?
– No – Dijo el discípulo —- En realidad solo lo escuché…
— Bien, entonces, realmente no sabes si lo que me vienes a decir es cierto, o no— Dijo Sócrates
El segundo filtro es EL FILTRO DE LA BONDAD.
Sócrates le preguntó al discípulo— ¿Es algo bueno eso que vienes a decirme de mi amigo?
El discípulo contestó — Quizás no. Por el contrario…
Sin dejarlo acabar, añadió el Maestro — Quizás, tú vienes a decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.
Veamos si lo que vienes a decirme pasa el tercer y último filtro: EL DE LA UTILIDAD
El Maestro volvió a preguntar — ¿Es útil para mí eso que vienes a contarme de mi amigo?
El discípulo contestó — No, realmente puede que no lo sea.
– Bien – Concluyó Sócrates — Si lo que vienes a decirme no sabes si es cierto, no es bueno y no me es útil ¿Para qué decírmelo?
Sin más palabras, Sócrates se dio la vuelta y se marchó dejando muy pensativo al discípulo.

Paco

Totalmente de acuerdo Paco, si tu vienes a ponerme mal cuerpo
por celos o envidia para que puñetas me vas a contar nada estas
mas bonico callado, entonces lo mejor es dar media vuelta y dejarlo
con la palabra en la boca hizo el maestro lo normal.
Es que es muy comun aquello de me han dicho, me han contado, he escuchado
he oido eso pasa con muchas vecindonas de los pisos y barrios para criticar
a alguien que dicen, oye te has enterado de que fulanica o fulana esto, lo otro
lo demas aya y la otra le dice no me cuentes historias que yo con las mias
tengo de sobra.
Bien yo he echo una definición a lo cateto pero mas o menos algo así.
manuel