En el andar y en el beber se conoce ala mujer, pero...

En esta vida insensata, ni al rico le sobra plata.

En el andar y en el beber se conoce a la mujer.

En el arca del avariento, el diablo yace dentro.

En el pecado se lleva la penitencia.

Donde menos se espera, salta la liebre,
y hasta el perro perdiguero por ella se pierde.

En el andar y en el beber se conoce ala mujer, pero lo bueno es: conocerla en la cama tambien, y ya hablaremos despues.