ALICANTE Y SUS PALMERAS
Cuando se vive la vida
sin querer ser arrogante,
buscas la tierra elegida
que puede ser Alicante.
Añoras viejas palmeras
entre sueños muy brillantes,
y gozas sus primaveras
en muchos de los instantes.
Sentir las olas sin pena,
buscar el mar por delante,
y pisar su bella arena
con sentimiento de amante.
No sé, que tiene Alicante
que se te mete en el alma,
pudiera ser un sedante
que te ofrece amor y calma.
Vibrar en sus Ramblas vivas,
con esa luz tan brillante,
sus palmeras te motivan
sin dudar su buen talante.
Están sus calles preciosas
mirando al Mediterráneo,
viendo las flores y rosas
en su mundo no foráneo.
Caminar sin rumbo fijo
por la bonita Explanada,
sin pensar el acertijo
de esta ciudad encantada.
Mujeres las de Alicante
que sus bellezas motivan,
todo se vuelve elegante
y hasta los ojos se activan.
Palmeras luces y flores
hacen más bello el entorno,
para que crezcan amores
en tan preciado contorno.
G X Cantalapiedra.
Cuando se vive la vida
sin querer ser arrogante,
buscas la tierra elegida
que puede ser Alicante.
Añoras viejas palmeras
entre sueños muy brillantes,
y gozas sus primaveras
en muchos de los instantes.
Sentir las olas sin pena,
buscar el mar por delante,
y pisar su bella arena
con sentimiento de amante.
No sé, que tiene Alicante
que se te mete en el alma,
pudiera ser un sedante
que te ofrece amor y calma.
Vibrar en sus Ramblas vivas,
con esa luz tan brillante,
sus palmeras te motivan
sin dudar su buen talante.
Están sus calles preciosas
mirando al Mediterráneo,
viendo las flores y rosas
en su mundo no foráneo.
Caminar sin rumbo fijo
por la bonita Explanada,
sin pensar el acertijo
de esta ciudad encantada.
Mujeres las de Alicante
que sus bellezas motivan,
todo se vuelve elegante
y hasta los ojos se activan.
Palmeras luces y flores
hacen más bello el entorno,
para que crezcan amores
en tan preciado contorno.
G X Cantalapiedra.