DÍA – 22 -11 – 2023.
LOS MALTRATADORES NO SE ESCONDEN:
Estos hombres tan prepotentes, que no se cortan en humillar a su mujer o compañera delante de otras personas, se lo tienen muy creído, no sienten ningún pudor en hacer ciertos comentarios, presenciando esta escena me sentí muy mal, sin saber que hacer ni a donde mirar, esta pareja eran de edad avanzada, la mujer estaba en el parque con su perro, y yo con el mío, estábamos hablando de lo bien que lo estaban pasando los animales corriendo, cuando llego este hombre, ella me dijo que era su marido, sin motivo alguno empezó a humillarla y faltarle el respeto, la señora no abrió la boca, el no dejaba de humillarla, la decía vámonos, ella le respondió que porque, con muy malos modales, la contesto porque lo digo yo, tú no tienes nada que decir a sí que coje al perro y no digas una palabra, esta señora bajo la cabeza y se fue con él, la vi como se le saltaron las lágrimas, no me dijo ni adiós por el miedo que sentía y lo avergonzada que estaba, de la escena que la monto este energúmeno, la verdad tiene que ser de lo más triste recibir ese trato, no hace falta agredir físicamente a una persona para hacerla daño, puesto que las palabras hirientes duelen igual o más que los golpes, cuando te encuentras en esta situación ¿Qué podemos hacer?
ROSARIO FAJARDO BLANCO
LOS MALTRATADORES NO SE ESCONDEN:
Estos hombres tan prepotentes, que no se cortan en humillar a su mujer o compañera delante de otras personas, se lo tienen muy creído, no sienten ningún pudor en hacer ciertos comentarios, presenciando esta escena me sentí muy mal, sin saber que hacer ni a donde mirar, esta pareja eran de edad avanzada, la mujer estaba en el parque con su perro, y yo con el mío, estábamos hablando de lo bien que lo estaban pasando los animales corriendo, cuando llego este hombre, ella me dijo que era su marido, sin motivo alguno empezó a humillarla y faltarle el respeto, la señora no abrió la boca, el no dejaba de humillarla, la decía vámonos, ella le respondió que porque, con muy malos modales, la contesto porque lo digo yo, tú no tienes nada que decir a sí que coje al perro y no digas una palabra, esta señora bajo la cabeza y se fue con él, la vi como se le saltaron las lágrimas, no me dijo ni adiós por el miedo que sentía y lo avergonzada que estaba, de la escena que la monto este energúmeno, la verdad tiene que ser de lo más triste recibir ese trato, no hace falta agredir físicamente a una persona para hacerla daño, puesto que las palabras hirientes duelen igual o más que los golpes, cuando te encuentras en esta situación ¿Qué podemos hacer?
ROSARIO FAJARDO BLANCO