Lo que he pretendido es reflexionar acerca de la eternidad como ser humano. Todo lo que nace, perece. No trato aquí la idea del más allá como si fuera parte esencial del alma. No, no entro en discusiones morales, me limito a pensar en esa eternidad después de la muerte. La vida es corta, la eternidad no tiene fin. Carpe diem.
Predestinados y elegidos. De eternidad a eternidad.

Meditaciones de San Pablo, el hombre más providencial que Dios regaló a la Iglesia naciente..
Desde toda la eternidad había ordenado este Universo y a nosotros, nos soñó hijos en su Hijo.

dice Pablo sobre nuestra predestinación, nuestra elección y nuestra glorificación nada más abrimos la carta a los de Éfeso. Vemos que ésa es la realidad. Que ése fue el sueño divino alimentado por Dios desde toda la eternidad. Y que, por toda la eternidad ... (ver texto completo)
¿Qué es la eternidad?

En la Vida Eterna los hombres llegarán a la consumación de lo que han vivido y practicado en la tierra.

Dice el poeta sobre la caducidad de la vida:

“Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando,
como se pasa la vida, ... (ver texto completo)
La eternidad.- (Del latín aeternitatem). Perpetuidad que no tiene principio ni tendrá fin. En sentido figurado es una duración dilatada de siglos y edades. Para muchos es la "vida del alma" después de la muerte. Decía Quevedo que no solamente nos hemos de morir, sino que después de la muerte nos espera UNA ETERNIDAD. Los filósofos griegos, principalmente los presocráticos, toman el concepto de eternidad como la perduración infinita o duración a través de todo un tiempo sin pausas. No obstante, Platón introduce una diferencia entre lo eterno y lo perdurable. La filosofía ecolástica entiende por eternidad la duración de un ser que no tiene comienzo, fin, cambio, mutació o sucesión. Santo Tomás está de acuerdo con la diferencia de Boecio, el cual dice: " la eternidad en posesión íntegra, simultánea y perfecta de una vida interminable. Spinoza ha vinculado el concepto de un ser obsoleto o de sustancia, que para él se confunde con la idea de Dios.
No nos queda más remedio que reflexionar de vez en cuando, bueno, y, ¿después de la muerte, qué? Para los creyentes " del lado que caiga el árbol, así quedará", pero para los que no creen, todavía es más tétrico pensar que sobre nuestros cuerpos yacentes nos espera una eternidad silenciosa. No sé qué es peor (o mejor): Si creer en un más allá, o hacernos eternos después de la muerte. Un cordial saludo. ... (ver texto completo)