BUSCANDO LA FELICIDAD,
A mí me enseñó la vida que para poder vivir,
tienes que empezar primero a saber lo que es sufrir.
Por si no lo recordaba, lloramos cuando nacemos,
y empezamos a aprender lo que en la vida tendremos.
Reluciendo las estrellas en ese cielo tan hermoso,
tú no puedes alcanzarlas, ni cogerlas a tú antojo.
Eso pasa muchas veces, buscando la felicidad,
aunque sabes que está ahí, no la puedes alcanzar.
Igual que un ave en el suelo, cuando la vas a coger,
otra vez emprende el vuelo volviendo a desaparecer.
Es esa felicidad con la que todos soñamos,
pero que muy pocas veces en la vida la alcanzamos.
En recodos del camino suele a veces descansar,
serás muy afortunado si la puedes encontrar.
Es un poco caprichosa, y esquiva como una anguila,
cógela con disimulo y guárdala en tú mochila.
Trátala con gran ternura, que no se vuelva a marchar,
y llámala por su nombre, se llama, FELICIDAD.
Pa. Sa. Ma. ... (ver texto completo)
A mí me enseñó la vida que para poder vivir,
tienes que empezar primero a saber lo que es sufrir.
Por si no lo recordaba, lloramos cuando nacemos,
y empezamos a aprender lo que en la vida tendremos.
Reluciendo las estrellas en ese cielo tan hermoso,
tú no puedes alcanzarlas, ni cogerlas a tú antojo.
Eso pasa muchas veces, buscando la felicidad,
aunque sabes que está ahí, no la puedes alcanzar.
Igual que un ave en el suelo, cuando la vas a coger,
otra vez emprende el vuelo volviendo a desaparecer.
Es esa felicidad con la que todos soñamos,
pero que muy pocas veces en la vida la alcanzamos.
En recodos del camino suele a veces descansar,
serás muy afortunado si la puedes encontrar.
Es un poco caprichosa, y esquiva como una anguila,
cógela con disimulo y guárdala en tú mochila.
Trátala con gran ternura, que no se vuelva a marchar,
y llámala por su nombre, se llama, FELICIDAD.
Pa. Sa. Ma. ... (ver texto completo)