HAY QUE MIRAR HACIA ATRÁS
En la vida en que vivimos todos tenemos momentos,
de alegrías y de gozo, de dolor y sufrimientos.
Hay quien pasa algunas penas creyéndose desgraciado,
porque no se ha dado cuenta de aquel que tiene a su lado.
Que tiene tantos pesares que ya ni fuerzas le quedan,
y da gracias a la vida por seguir en la carrera.
Aquel que crea que en la vida es el que más ha sufrido,
que mire a su alrededor para quedar convencido.
Que es de los afortunados porque se puede quejar,
hay otros más desgraciados que ni fuerzas tienen ya.
Y sin embargo al mirarlos los ves con tanta ilusión,
que piensas que tus problemas no tienen comparación.
Con su mirada te animan transmitiéndote ilusión,
ves tanta luz en su cara dándole gracias a Dios.
Que ya olvidas tus problemas pues no tienen importancia,
sabiéndote afortunado cuando ves tantas desgracias.
Si dedicáramos un tiempo en visitar hospitales,
estoy segura que muchos, olvidarían sus males.
Pa. Sa. Ma.
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