LA HIJA DEL MOLINERO, La Poesía

LA HIJA DEL MOLINERO

En el prado descansaba,
La hija del molinero,
Y las flores se inclinaban,
Para besarle su pelo.

Mata de pelo azabache,
Que a la cintura le llega
que siempre adorna con flores
De las que coge en la era.

Todas las flores quisieran
Poder ser, “la escogida”
Para acariciar su cara,
Para besar su mejilla.

Tiene tristeza en los ojos,
Y un misterio en la mirada,
A pesar de ser tan bella,
Se siente muy desgraciada.

De un joven se enamoró,
Que le juro amor eterno,
Pero se marchó un buen día,
Y nunca más volvió a verlo.

Ella espera cada día,
Que vuelva por el sendero,
Por eso se pone flores,
Para que adornen su pelo.
Pa. Sa. Ma.