MI PEQUEÑA PRINCESA

Es tan bonita mi niña
que ni “pintá” con pincel
tan fuerte como una roca
alegre a más no poder.

Ayer mismo me decía
! Yayita!, cuéntame un cuento,
porque quiero recordar
el cerdito y el jumento.

Yo, ya casi había olvidado
aquello que le conté,
lo del cerdito, el jumento
y con el gallo también.

También vino a recordarme
cuando se encontró el gatito,
“pero mamá no lo quiso
porque era muy pequeñito”

Y si algo se me olvidara
de lo que le haya contado,
me pregunta muy bajito
yaya, ¿se te ha olvidado?

¿Quieres que yo te lo cuente?
porque, casi me lo sé,
como tú ya lo contaste,
ahora, yo lo contaré.

Y así con su media lengua
me lo empieza a relatar,
y pone el dedo en la boca
diciendo, que he de callar.
Pa. Sa. Ma.