LA PENA PRISIONERA

Hoy escribo con tristeza,
ayer fue con alegría,
voy haciendo variaciones
según como tenga el día.

Tengo una pena en el alma
y la trato de ocultar,
pero a veces sin querer
La tengo que liberar.

Se hace más grande si cabe
cuando se ve prisionera,
para que no sea gigante
tengo que sacarla fuera.

Solo la saco un ratito
para que pueda respirar,
después ella misma pide
que yo la vuelva a encerrar.

Y yo, que tan solo quiero
que nadie sepa que existe,
la guardo con mucho esmero
y con ella, mi cara triste.

Si algún día sale ella sola
como el otro día hizo,
Es porque ha roto el candado
y sale sin mi permiso.

Pero ya procuraré
que eso no vuelva a pasar,
no quiero que mis amigos
por eso, lo pasen mal.

Pa. Sa. Ma.