HASTA EN LOS BELLOS LUGARES
Hasta en los bellos lugares
se mete la perdición
si en el jardín del Edén
aquella serpiente entró.
¿Cómo voy a pretender,
que donde paseo yo
no se pudiera meter
algún malvado escorpión?
Entre tan hermosas rosas
y unos bellos tulipanes,
se meterá cualquier cosa
haciendo algunos desmanes.
Pero eso es muy natural;
tiene que haber, bueno y malo,
para que se diferencie
la pureza, del pecado.
Si por asustar al niño
la virgen los castigó,
¡A mí los bichos rastreros
me producen repulsión!
Pa. Sa. Ma.