LLORA GRANADA, La Poesía

LLORA GRANADA

Granada quedó llorando
con amargo desconsuelo,
para secar tanto llanto
no hay suficientes pañuelos.

A la luz de algunas velas
todo se ve más siniestro,
se apagaron los faroles
y nadie quiere encenderlos.

En la puerta gime y llora
la Rosa de los Camborio,
y con las manos cruzadas
va rezando un responsorio

La calle se quedó a oscura
y también la plaza vieja,
no hay sonido de guitarras
ni nadie canta en la reja.

Solo a lo lejos se escucha
los sones de una trompeta,
con notas desgarradoras
que despiden al poeta.

En la palma de sus manos
un trozo de papel queda,
era el último poema
que Federico escribiera.
Pa. Sa. Ma.