Me has vencido.
Ese arco que tendiste aquella mañana
me ha herido la voz para llamarte
y ahora me muero de silencios.
Una flecha tan veloz como el olvido
se clavó en mi frente
y partió mi sueño en dos.
Hoy no sé
si estoy despierto para amarte.
Ese arco que tendiste aquella mañana
me ha herido la voz para llamarte
y ahora me muero de silencios.
Una flecha tan veloz como el olvido
se clavó en mi frente
y partió mi sueño en dos.
Hoy no sé
si estoy despierto para amarte.