Buenas noches Juan, ¡cómo me gusta leerte por aquí!...

En algo tienes razón a mi entender, no me gustan las rosas cortadas las prefiero en el rosal.
En mi familia había un dicho; eres igual que un cardo, cuando queríamos decir que era eso un cardo borriquero.
Se ve que algo me queda de aquello, te voy a mandar una orquídea llena de vida

HOY VENGO...
Hoy vengo para mirarte
y para amarte y por eso
en amor quiero colgarte
orquídeas en tu pelo
para luego galopantes
en aliento sobre aliento
crezca el néctar de amores
en la caricia del verso.

Hoy estoy para decirte
desde lo hondo del recuerdo
que se me encienden mil luces
de amor y que hoy tengo
flores de mis mil rosales
a colgar de tus cabellos...
Y que mis labios son flores
de amor para tus besos.
libertad.

Buenas noches Juan, ¡cómo me gusta leerte por aquí! y sí, pienso como ELO, en la portada de tu libro luces muy bien. Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
! Hola! ¿Que decimos hoy... o que camino tomamos? Digo esto porque tengo anotado:"Soy nacido en tiempos oscuros, por lo tanto plagados de sombras" Por otro lado, anoto: "yemas, yemas de mis dedos" Me quedo aquí para saber que me cuentan.

... Hoy la revivo, hoy la sueño
desde la luz de las yemas
claras, tiernas de mis dedos
para hacerla prisionera
desde su fuego a mi fuego
y le grite:! deja, deja
te cuente un cuento nuevo
y se rompan las cadenas
que atenazan tus miedos!...

! Ah las plumas de los dedos
en danzas que enamoran
cual duendecillos despiertos!
! Ah duendecillos de auroras!...

La sueño porque la tengo
en luces mil y sonoras
y de desvelos prisionero
y pido rompa cadenas.

Y deje correr mis dedos
por su linda cabellera
y en el bosque de su pelo
le cuenten caricias nuevas
de su cabellera al cuello
y de el cuello a las bellas
colinas sobre su pecho...
Y su vientre. Y sus caderas.
para vivir valle adentro
el despertar de primaveras.
libertad. ... (ver texto completo)
! Hola! Hoy por segur las normas de un libro que se me regaló hace como un año, el cual señala en su portada, como escribir un poema, una vez mas he caído en la cuenta de que corregir es una ardua tarea... que no te deja satisfecho.
Y es que escribía yo ayer:

Mira a mis manos, son fuego
y sobre todo las yemas
chispeantes de mis dedos
corriendo como gacelas
desde tu pelo a tu cuello,
tus senos y tus caderas
buscando rincones bellos. ... (ver texto completo)