Oh tú, graciosa luna, bien recuerdo...

Hoy uno de Noviembre es uno de mis días amargos,
día en que el cielo se quiebra
para dejar caer los recuerdo.

Sentimientos que teníamos dormidos,
dolor en silencio
que se rompen con suspiros,
anhelando un regreso.

Un abrazo, una caricia, un volver
a oír te quiero.
No dejo de mirar unas imágenes
impresas, en un trozo de papel viejo,
es todo lo que me queda de su vivo reflejo.

Cierro los ojos y sueño, que de las manos la tengo,
cuanto dolor en mi pecho
cuando despierto y no la veo.

Ni su risa ni sus voces llenan de vida la casa,
tan solo una silla vacía,
su presencia reclaman.

En mis sueños navega en mi despertar naufraga,
en mi delirio su nombre brota con mis lagrimas desaforadas.

Hoy uno de mis días tristes
he mirado hacia el cielo,
buscando la estrella
que un día la subió.

DESDE LA LUNA

El sueño que le acaricia
su tierno cuerpo dormido,
ingrávido en las estrellas
la despierta en su destino.

El día de los difuntos
con su alegre corazón,
con alas de Campanilla
en la Luna apareció.

Coge sus manos en sueños
con besos que te ofreció,
como ramo de azucenas
con sus pétalos de amor.

Saludos

Estrella

GRACIAS.

Un abrazo.

De nada, espero que te haya gustado.

Saludos

Estrella

Oh tú, graciosa luna, bien recuerdo
que sobre esta colina, ahora hace un año,
angustiado venía a contemplarte:
y tú te alzabas sobre aquel boscaje
como ahora, que todo lo iluminas.
Mas trémulo y nublado por el llanto
que asomaba a mis párpados, tu rostro
se ofrecía a mis ojos, pues doliente
era mi vida: y aún lo es, no cambia,
oh mi luna querida. Y aún me alegra
el recordar y el renovar el tiempo
de mi dolor. ¡Oh, qué dichoso es
en la edad juvenil, cuando aún tan larga
es la esperanza y breve la memoria,
el recordar las cosas ya pasadas,
aun tristes, y aunque duren las fatigas!