LA VIDA PRESUME DE LISONJERA
Hace mucho que de mi lado ya te fuiste
los años han pasado muy deprisa,
hay momentos en que creo oír tú risa
y sin embargo, este gran dolor persiste.
Fuiste en mi vida ese amor inolvidable
que el destino te regala algunas veces
y hasta mentira en ocasiones me parece
pues conseguí alcanzar lo inalcanzable.
Pero la vida que presume de lisonjera
siempre cobra los regalos que te ofrece,
hasta es feliz, cuando ve que tú padeces
esas penas que de intereses te añadiera.
Los presentes, te los cobra con premura
cargándote unos altos intereses,
te va cobrando día a día, muchos meses,
recordándote tú pena y tú amargura.
Fuiste la causa de mi dicha y mi tormento,
sin ti la vida es dejar pasar los días,
es vivir eternamente una agonía
sin que pueda descansar ni un momento.
No sé, el tiempo que tendré que estar pagando
a la vida, ese regalo que me concediera,
tal vez, no sea suficiente una vida entera,
pero las fuerzas, poco a poco me las va agotando.
Si algún día pagar la deuda yo consiguiera,
y otra vez el mismo regalo ella me ofreciera,
con gusto le entregaría mi vida entera
por poder marchar contigo cuando te fueras.
Pa. Sa. Ma.
Hace mucho que de mi lado ya te fuiste
los años han pasado muy deprisa,
hay momentos en que creo oír tú risa
y sin embargo, este gran dolor persiste.
Fuiste en mi vida ese amor inolvidable
que el destino te regala algunas veces
y hasta mentira en ocasiones me parece
pues conseguí alcanzar lo inalcanzable.
Pero la vida que presume de lisonjera
siempre cobra los regalos que te ofrece,
hasta es feliz, cuando ve que tú padeces
esas penas que de intereses te añadiera.
Los presentes, te los cobra con premura
cargándote unos altos intereses,
te va cobrando día a día, muchos meses,
recordándote tú pena y tú amargura.
Fuiste la causa de mi dicha y mi tormento,
sin ti la vida es dejar pasar los días,
es vivir eternamente una agonía
sin que pueda descansar ni un momento.
No sé, el tiempo que tendré que estar pagando
a la vida, ese regalo que me concediera,
tal vez, no sea suficiente una vida entera,
pero las fuerzas, poco a poco me las va agotando.
Si algún día pagar la deuda yo consiguiera,
y otra vez el mismo regalo ella me ofreciera,
con gusto le entregaría mi vida entera
por poder marchar contigo cuando te fueras.
Pa. Sa. Ma.