NO PUEDE VIVIR SIN MÍ
Pobre hombrecillo de paja
¡AY! Qué lástima me da,
no puede vivir sin mí
no lo puede remediar.
Porque he faltado unos días
y por poco se me muere,
¡Ay ¡ese pobre hombrecillo,
¡Ay que ve, cuanto me quiere!
Me buscó por todas partes
por valles y por colinas;
oteando el horizonte,
preguntando a las vecinas.
Me he tenido que volver
dejando las vacaciones,
para que de mí se olvide
y explicarle las razones.
Porque como soy honesta
yo no lo quiero engañar.
Me dan repulsión los bichos
que se tienen que arrastrar.
No me gustan los lagartos
ni tampoco la serpiente
que a la luciérnaga envidia
solo porque es reluciente.
Lo que tampoco me gustan
son los buitres carroñeros.
Que quiere usted que le diga;
son cobardes y traicioneros.
Por eso, de esas especies
yo procuro retirarme,
¿Entendió bien mis razones?
ahora procure olvidarme.
“Pa” que no pierda la apuesta
de si voy a entrar, o no,
por eso le doy respuesta,
que le aproveche “pastó”
Pa. Sa. Ma.
Pobre hombrecillo de paja
¡AY! Qué lástima me da,
no puede vivir sin mí
no lo puede remediar.
Porque he faltado unos días
y por poco se me muere,
¡Ay ¡ese pobre hombrecillo,
¡Ay que ve, cuanto me quiere!
Me buscó por todas partes
por valles y por colinas;
oteando el horizonte,
preguntando a las vecinas.
Me he tenido que volver
dejando las vacaciones,
para que de mí se olvide
y explicarle las razones.
Porque como soy honesta
yo no lo quiero engañar.
Me dan repulsión los bichos
que se tienen que arrastrar.
No me gustan los lagartos
ni tampoco la serpiente
que a la luciérnaga envidia
solo porque es reluciente.
Lo que tampoco me gustan
son los buitres carroñeros.
Que quiere usted que le diga;
son cobardes y traicioneros.
Por eso, de esas especies
yo procuro retirarme,
¿Entendió bien mis razones?
ahora procure olvidarme.
“Pa” que no pierda la apuesta
de si voy a entrar, o no,
por eso le doy respuesta,
que le aproveche “pastó”
Pa. Sa. Ma.