“MI INFANCIA”
Mi infancia es la distancia
entre el rio y el cielo
la línea infinita
entre el agua y el horizonte
es el campo y la montaña enigma.
Mi infancia es una casa blanca
con ventanas sueños
una gran puerta abierta
sin cerrojo a la ternura.
Mi infancia es calle polvorienta
sendero silbido del viento
asombro de niño por la cita
entre la tierra y la lluvia
barro apasionado
esperando el sol y la luna.
Mi infancia es una lámpara
soberana alumbrando la esquina
de historias y nocturnos juegos
es la fuente agradecida
a la complicidad hermanada.
Mi infancia son ojos y oídos
a esos arrieros atrevidos
depositando sus esperanzas
en las cumbres del misterio
anfitriona de flora y fauna
tejedora de cuentos.
Mi infancia es una curiosa tentación
procesión caminante abriéndole paso
al corazón nutriente del canto y baile
arrancándole a la existencia su extraña razón.
Mi infancia es un salón enorme
poblada de niños grandes y viejos niños
panal de risas miel dignificada
en la sonrisa pura de mi madre.
Mi infancia es un circo levantado
en la plaza vieja de los encuentros
mano firme de mi padre
sosteniendo la inocente búsqueda
de la alegría e ilusión
Mi infancia es aún luz cual fuego
que viene de un lugar muy lejano
es un calor que me abriga
con sus mantos cariños
nos abrazamos profundamente
en la soledad más tierna de mi presente.
Enrique Horna
Mi infancia es la distancia
entre el rio y el cielo
la línea infinita
entre el agua y el horizonte
es el campo y la montaña enigma.
Mi infancia es una casa blanca
con ventanas sueños
una gran puerta abierta
sin cerrojo a la ternura.
Mi infancia es calle polvorienta
sendero silbido del viento
asombro de niño por la cita
entre la tierra y la lluvia
barro apasionado
esperando el sol y la luna.
Mi infancia es una lámpara
soberana alumbrando la esquina
de historias y nocturnos juegos
es la fuente agradecida
a la complicidad hermanada.
Mi infancia son ojos y oídos
a esos arrieros atrevidos
depositando sus esperanzas
en las cumbres del misterio
anfitriona de flora y fauna
tejedora de cuentos.
Mi infancia es una curiosa tentación
procesión caminante abriéndole paso
al corazón nutriente del canto y baile
arrancándole a la existencia su extraña razón.
Mi infancia es un salón enorme
poblada de niños grandes y viejos niños
panal de risas miel dignificada
en la sonrisa pura de mi madre.
Mi infancia es un circo levantado
en la plaza vieja de los encuentros
mano firme de mi padre
sosteniendo la inocente búsqueda
de la alegría e ilusión
Mi infancia es aún luz cual fuego
que viene de un lugar muy lejano
es un calor que me abriga
con sus mantos cariños
nos abrazamos profundamente
en la soledad más tierna de mi presente.
Enrique Horna