ROMANCE DE LA MUÑECA ROTA:
Se le rompió entre las manos
Cuando con ella jugaba
Y sus ojos se llenaron
Súbitamente de lágrimas.
Yo no sé por qué motivo
Junto a la niña pasaba,
Y al ver su carita triste,
Y al ver sus manitas pálidas
Asidas a la muñeca
Como el náufrago que agarra
El tesoro entre sus manos
De una salvadora tabla,
Le dije, no sé muy bien
Si fue para consolarla
O por consolarme yo
De las heridas del alma:
“ Cuántas veces con los años
Se rompen cosas queridas
Que nos producen heridas
Desconsuelo y desengaños.
Pues según se va y se viene
Por la senda caminando, todo llega señalando
La dureza que contiene.
Vas dejando en el camino
Jirones del corazón
Sintiendo la sensación
De constante torbellino.
Y el torbellino reseca
Los mejores sentimientos,
Para saltar en fragmentos
Lo mismo que tu muñeca”.
Quedé en silencio después
De soltar tal perorata,
Y la niña me miró
Sin decir ni una palabra;
Pero apretó contra el pecho
La moña deteriorada
Con un cariño tan grande
Que sentí dentro del alma
Admiración por la niña
Mientras por mí sentí lastima.
Lástima por no tener
Una muñeca de lana
Por quien poder derramar
Unas infantiles lágrimas.
Se le rompió entre las manos
Cuando con ella jugaba
Y sus ojos se llenaron
Súbitamente de lágrimas.
Yo no sé por qué motivo
Junto a la niña pasaba,
Y al ver su carita triste,
Y al ver sus manitas pálidas
Asidas a la muñeca
Como el náufrago que agarra
El tesoro entre sus manos
De una salvadora tabla,
Le dije, no sé muy bien
Si fue para consolarla
O por consolarme yo
De las heridas del alma:
“ Cuántas veces con los años
Se rompen cosas queridas
Que nos producen heridas
Desconsuelo y desengaños.
Pues según se va y se viene
Por la senda caminando, todo llega señalando
La dureza que contiene.
Vas dejando en el camino
Jirones del corazón
Sintiendo la sensación
De constante torbellino.
Y el torbellino reseca
Los mejores sentimientos,
Para saltar en fragmentos
Lo mismo que tu muñeca”.
Quedé en silencio después
De soltar tal perorata,
Y la niña me miró
Sin decir ni una palabra;
Pero apretó contra el pecho
La moña deteriorada
Con un cariño tan grande
Que sentí dentro del alma
Admiración por la niña
Mientras por mí sentí lastima.
Lástima por no tener
Una muñeca de lana
Por quien poder derramar
Unas infantiles lágrimas.