EL CIRINEO...

EL CIRINEO
SIEMPRE.

Para todo aquel quien no sienta el apoyo de nadie.
Debes de saber, que tienes mi hombro, para llorar,
Para auparte cuando no llegues y llevarte cuando no puedas andar.
HASTA JESUS TUBO SU CIRINEO
De que vale ir por el mundo presumiendo de valeroso si no tienes
Quien te escuche.
Recogemos a cada paso del camino las heridas de otros que van dejando.
Nunca sabemos agradecer con merecimiento, a las veronicas que limpian,
Nuestras suciedades personales, gratuitamente.
El colmo de todo es que sin saberlo vamos perdiendo a aquel que quiso y no pudo.
Llevamos nuestra soberbia por bandera creyendo que sus colores son los mejores,
Que son los idóneos para ser respetados.
Colgamos las cruces que no nos pertenece por el solo hecho de querer lleva
los pecados de otros y ser perdonados de los nuestros.
Una vez crucificado el penado, nos queda la espera del próximo cargado, para aliviar
Su pesar, su agónico caminar hacia la muerte.
Ganando para nosotros un sitio en los corazones de los cruzados.

Aurora