Estos temas empiezan ya a aburrirme por su aglomeración...

Estos temas empiezan ya a aburrirme por su aglomeración y monotonía.
Debemos ser justos y conscientes si queremos la paz, la armonía, el bienestar y el progreso físico y espiritual.
Los hombres encargados de dirigir y administrar las riquezas celestes deberían actuar con una consciencia justa, deberían estar llenos de mansedumbre y de amor hacia las justas necesidades del prójimo. Pero, no es así y las cosas de Dios no son distribuidas con equidad y justicia.
Sobre nuestro planeta suceden cosas increibles, impensables.
Algunos poseen millones de panes y peces, mientras que la mayoría no tiene ni un pan ni un pez.
La Justicia es el habitáculo de la Paz. Fuera de tal demora, la Paz no existe ni existirá jamás.
Yo os invito a meditar, a evaluar los hechos y a reflexionar para sacar las conclusiones que se imponen.