Gracias Fina por todo:
y te lo digo de verdad que no merezco tantos halagos. Pero también te digo que menos mal que no me pinto los ojos porque si no acabaría hecha un cuadro pues no se que pasa que siempre me emociono y las lágrimas me salen sin querer. Y venga limpiarme los ojos como una tonta y por cualquier cosa.
Gracias
amiga por esas magníficas campanas que me ofreces y deben sonar a gloria, y que sigan tocando tan calurosamente para todo aquel que las quiera oír. Que las campanas son
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