ASÍ ES MI TIERRA
En las grandes extensiones
de la estepa castellana,
por los áridos caminos
las mieses se acarreaban.
Caminando a paso lento
los sentidos se llenaban,
de aromas y susurros
de las tierras castellanas.
El arriero cantando,
y las mulas jadeaban
arrastrando con fatiga las
las galeras tan cargadas.
Estos caminos andados
por Quijote y Sancho Panza,
deshaciendo los entuertos
que a su paso se encontraban.
Con su gran razonamiento
y desmedida razón,
andaban por los caminos
sin encontrar agresor.
Sólo un chico mal tratado
y un enorme gigantón,
que sin temor, ni cobardía,
con su lanza le agredió.
He ahí, la mala suerte
de su perturbada razón,
era un molino de viento
y el aspa lo volteó.
Pobrecito Don. Quijote
que con su buen corazón,
enganchado dando vueltas
sin encontrar agresor.
Son tierras de buenas gentes
y de noble corazón,
acogen a todo el que llega
sin preguntar la razón.
Le ofrecen sus buenos vinos
y su curado jamón,
su rico queso de oveja
que tanta fama creó,
y el Candeal de buena espiga
que tantos sudores costó.
Saludos
Estrella
En las grandes extensiones
de la estepa castellana,
por los áridos caminos
las mieses se acarreaban.
Caminando a paso lento
los sentidos se llenaban,
de aromas y susurros
de las tierras castellanas.
El arriero cantando,
y las mulas jadeaban
arrastrando con fatiga las
las galeras tan cargadas.
Estos caminos andados
por Quijote y Sancho Panza,
deshaciendo los entuertos
que a su paso se encontraban.
Con su gran razonamiento
y desmedida razón,
andaban por los caminos
sin encontrar agresor.
Sólo un chico mal tratado
y un enorme gigantón,
que sin temor, ni cobardía,
con su lanza le agredió.
He ahí, la mala suerte
de su perturbada razón,
era un molino de viento
y el aspa lo volteó.
Pobrecito Don. Quijote
que con su buen corazón,
enganchado dando vueltas
sin encontrar agresor.
Son tierras de buenas gentes
y de noble corazón,
acogen a todo el que llega
sin preguntar la razón.
Le ofrecen sus buenos vinos
y su curado jamón,
su rico queso de oveja
que tanta fama creó,
y el Candeal de buena espiga
que tantos sudores costó.
Saludos
Estrella