Ayer amaneció mi pueblo con una gran nevada (la primera de esta temporada). Viéndola, voló mi pensamiento y afloraron estos versos:
Como la nieve;
nació blanca, pura,
sin mancha,
en aquella mañana
del crudo invierno.
Pudo haber preservado
su pureza,
hasta consumirse;
pero, nació sin techo,
y, el infausto mundo,
la pisoteó.
Plazalagua.
(Insertados de nuevo, después de hacer dos modificaciones).
Como la nieve;
nació blanca, pura,
sin mancha,
en aquella mañana
del crudo invierno.
Pudo haber preservado
su pureza,
hasta consumirse;
pero, nació sin techo,
y, el infausto mundo,
la pisoteó.
Plazalagua.
(Insertados de nuevo, después de hacer dos modificaciones).