A una margarita:...

A una margarita:

Muy blanca de amarillo corazón
te siguen deshojando los amantes,
los fieles y también los inconstantes
te cuentan sus secretos con pasión.

Te deshojan con temor, con ilusión
y lo siguen haciendo como antes
les late el corazón por un instante
hasta puede que les suba la tensión.

¡Me quiere, no me quiere!.. desgranaba.
La pequeña margarita desnudaba
la chiquilla inocente, ilusionada.

La nieve de sus hojas se caía,
las abejas libaban a porfía,
la niña suspiraba enamorada.