LOS DIABLOS DEL CARNAVAL
Se disfrazan sin tapujos buscando sueños perdidos, dicen que no tienen lujos en sus momentos sentidos. Hay diablos tan endiablados que parecen ser fatales, en sus pasos trasnochados nunca parecen normales. Los diablos del carnaval vienen su rumbo marcando, no pregonan la moral ni sabes si van triunfando. Orejas con rabo largo y sus cuernos como chivos, en su caminar amargo nadie sabe sus motivos. Endiablados en infierno que calientan sin motivo, en estas fechas de invierno hacen temblar adjetivos. El carnaval va mostrando lecciones de tiempo herido, el viento viene dejando el sueño más deprimido. Hay diablos que van gritando entre gritos sorprendidos, algunos vienen dejando los corazones heridos. Diablos llenos de maldades que buscan su sueño erguido, nunca abrazan las verdades ni se ven comprometidos. El carnaval de la vida tiene mentiras sangrantes, Pinocho ve distinguida sus historias arrogantes. Los problemas siguen vivos sin poder poner remedio, aquí no sirven festivos ni machacar al del medio. Cuantas diablas van gritando por esos rincones plenos, las gentes las ven pasando, mientras sueltan sus venenos. No vale llorar sin pausa, ni comprender al malvado, El diablo sabe su causa y se siente iluminado. El carnaval que no cesa, quizá puede ser todo el año, la maldad nunca se pesa, pero siempre deja daño. Carnaval que deja llanto para quien busca verdades, habrá quien ve desencanto al conocer las maldades. El Diablo viene deprisa, con sus perdidos modales, dicen que arrastra esa brisa que conduce a funerales. No quiero sentir su aliento ni ver sus ojos feudales, el provoca sufrimiento dejando vientos mortales. G X Cantalapiedra.
Se disfrazan sin tapujos buscando sueños perdidos, dicen que no tienen lujos en sus momentos sentidos. Hay diablos tan endiablados que parecen ser fatales, en sus pasos trasnochados nunca parecen normales. Los diablos del carnaval vienen su rumbo marcando, no pregonan la moral ni sabes si van triunfando. Orejas con rabo largo y sus cuernos como chivos, en su caminar amargo nadie sabe sus motivos. Endiablados en infierno que calientan sin motivo, en estas fechas de invierno hacen temblar adjetivos. El carnaval va mostrando lecciones de tiempo herido, el viento viene dejando el sueño más deprimido. Hay diablos que van gritando entre gritos sorprendidos, algunos vienen dejando los corazones heridos. Diablos llenos de maldades que buscan su sueño erguido, nunca abrazan las verdades ni se ven comprometidos. El carnaval de la vida tiene mentiras sangrantes, Pinocho ve distinguida sus historias arrogantes. Los problemas siguen vivos sin poder poner remedio, aquí no sirven festivos ni machacar al del medio. Cuantas diablas van gritando por esos rincones plenos, las gentes las ven pasando, mientras sueltan sus venenos. No vale llorar sin pausa, ni comprender al malvado, El diablo sabe su causa y se siente iluminado. El carnaval que no cesa, quizá puede ser todo el año, la maldad nunca se pesa, pero siempre deja daño. Carnaval que deja llanto para quien busca verdades, habrá quien ve desencanto al conocer las maldades. El Diablo viene deprisa, con sus perdidos modales, dicen que arrastra esa brisa que conduce a funerales. No quiero sentir su aliento ni ver sus ojos feudales, el provoca sufrimiento dejando vientos mortales. G X Cantalapiedra.