HAY SOLEDADES CON PENUMBRAS
Desde muy temprana edad, conocí las soledades que tienen los cementerios, con sus tremendas verdades. paseos llenos de cruces, lapidas con grandes nombres, el mármol dejando sombras de soledad a lo grande. Anduve con mis amigos en tan serias soledades, nunca percibí castigos entre cipreses con aire, Sentí miedo entre las tumbas, el viento marcó la tarde, noté las cosas absurdas entre el farol cuando arde. Era tan solo un chiquillo y me llevaba mi madre, aquellos mármoles con brillo me parecieron desmadre. Sentí miedo de la noche, la lluvia puso el detalle, era para mi un reproche y quise pisar mi calle. La soledad es tan dura que fue camino insalvable, la noche se puso oscura en ese rumbo no amable. Desde niño fui sintiendo la soledad detestable, el dolor se iba fingiendo sin ser un mundo admirable. Hay soledades terribles, que parecen insalvables, los amigos invisibles quieres verlos impecables. La soledad de la noche puede despacio matarte, a veces se hace el reproche a quien quiera preguntarte. Los cipreses van sonando cuando fuertes son los aires, la vida se va pasando entre lluvias y desmadres. Soledad de soledades, la Luna viene brillando, con sus grandes vanidades la noche se va nublando. Los fantasmas de esta noche pueden pedirnos sus cuentas, que ayer las pusimos broche al ver sus cosas en ventas. Que soledad más terrible dicen que tienen los muertos, hoy nos parece insufrible al contar malos aciertos. El cementerio se cierra con sus brisas tan sensibles, la soledad que ello encierra no las quieres ver visibles. Soledad donde caminas si contigo va la muerte, yo se que tu determinas el que no sirva la suerte. “Que solos quedan los muertos” cuando las noches palpitan, allí no existen aciertos tan solo los muertos gritan. G X Cantalapiedra. 1- 11 – 2023.
Desde muy temprana edad, conocí las soledades que tienen los cementerios, con sus tremendas verdades. paseos llenos de cruces, lapidas con grandes nombres, el mármol dejando sombras de soledad a lo grande. Anduve con mis amigos en tan serias soledades, nunca percibí castigos entre cipreses con aire, Sentí miedo entre las tumbas, el viento marcó la tarde, noté las cosas absurdas entre el farol cuando arde. Era tan solo un chiquillo y me llevaba mi madre, aquellos mármoles con brillo me parecieron desmadre. Sentí miedo de la noche, la lluvia puso el detalle, era para mi un reproche y quise pisar mi calle. La soledad es tan dura que fue camino insalvable, la noche se puso oscura en ese rumbo no amable. Desde niño fui sintiendo la soledad detestable, el dolor se iba fingiendo sin ser un mundo admirable. Hay soledades terribles, que parecen insalvables, los amigos invisibles quieres verlos impecables. La soledad de la noche puede despacio matarte, a veces se hace el reproche a quien quiera preguntarte. Los cipreses van sonando cuando fuertes son los aires, la vida se va pasando entre lluvias y desmadres. Soledad de soledades, la Luna viene brillando, con sus grandes vanidades la noche se va nublando. Los fantasmas de esta noche pueden pedirnos sus cuentas, que ayer las pusimos broche al ver sus cosas en ventas. Que soledad más terrible dicen que tienen los muertos, hoy nos parece insufrible al contar malos aciertos. El cementerio se cierra con sus brisas tan sensibles, la soledad que ello encierra no las quieres ver visibles. Soledad donde caminas si contigo va la muerte, yo se que tu determinas el que no sirva la suerte. “Que solos quedan los muertos” cuando las noches palpitan, allí no existen aciertos tan solo los muertos gritan. G X Cantalapiedra. 1- 11 – 2023.