Pues si, esto otro es lo que es capaz de hacer la avaricia. Unos caminos de cantos rodados vendiéndolos a precio de oro. Y ni los guijarros de mi río están mas sueltos. Fue esta
primavera cuando tomé la
foto pero volveré a ver cuanta desidia habita, y no de forma natural, y si consentida por la ignorancia. Quizás en cuanto deje de llover.
Un camino por el que no se puede subir ni con un todoterreno pero yo a pie me las apaño divinamente.