Después de tantas desventuras, que no nuestras; porque el día fue redondo en cuanto a la, Primavera

Después de tantas desventuras, que no nuestras; porque el día fue redondo en cuanto a la visita; volvimos al autobús, y esa vez en dirección a Puebla de Sanabria, donde comimos en el restaurante "Plaza de Armas" (que al principio del relato lo confundí y lo llamé patio de Armas) Había muchos lugares, desde luego, pero aquel lo teníamos ya contratado y no defraudó.