Los humanos tenemos una concepción muy simple de la...

Los humanos tenemos una concepción muy simple de la vida: Todo lo que existe debe servir a nuestras necesidades. Si podemos, también explotamos a otras criaturas y de todas las maneras posibles. En cuanto a la naturaleza, sólo estamos ahí para eso: Para ser explotada. Si pudiéramos, también someteríamos al Señor y no mostraríamos ningún escrúpulo. Y puesto que muchos no creen en Dios; al menos los materialistas y los ateos, Le dejarán tranquilo. Pero los creyentes, ¿no nos dedicamos la mayor parte del tiempo en acosar a Dios con nuestras exigencias, y buscar la manera de utilizarlo para nuestros negocios más egoístas?

Debemos comprender, que no seremos un verdadero espiritualista hasta que no nos pongamos al servicio de Dios. Y en tal momento, no tendremos la necesidad de pedirle nada. ¿Por qué? Porque en el momento en que nos ponemos a su servicio, nos hará partícipes de sus riquezas o de las verdaderas riquezas: Aquellas, que no se alteran nunca y que nada ni nadie puede quitarnos.