Bien, Antonio mateo garcía, otra vez entro en el foro y, buscando si había alguna reacción a mi anterior post, veo que tú has puesto una nueva aportación.
Te podría dar la razón de que contemplar a un crucificado, no tendría por qué ser nada grato para un niño. Pero tú también aceptarás que los niños entienden las cosas cuando las personas mayores que les rodeamos se las sabemos exponer. Me viene a la mente la ‘alegría’ con que actualmente los niños, desde muy pequeños, se enfundan el 1 de noviembre máscaras representando cadáveres en estado de descomposición, con ojos entumecidos y amoratados, con boca exudando sangre, y cabellera raída, dientes en plena caída, y con ello se hacen la envidia de sus compañeros que sólo se han disfrazado de esqueleto …
Yo tengo la experiencia (que posiblemente tú también tienes) de ver a niños acercarse a besar un gran Crucifijo, coronado de espinas y flagelado, con cara bondadosa y serena. Y saben que van a besar a Jesús que ha dado su vida porque nos ama.
Tu dices: para la mayoría, todo es inamovible y el que expone otro punto de vista, comete sacrilegio. Etc [ No, Antonio, no comete sacrilegio quien tiene otro punto de vista. Simplemente se le considerará discrepante o poco informado.].
También dices: REPITO QUE ME GUSTARIA RECORDAR A JESUCRISTO EN EL BELEN, EN SUS MUCHOS ACTOS DE AMOR Y DE EJEMPLO, ESPECIALMENTE EN SU ASCENSION A LOS CIELOS, [ Antonio, también a mí me gusta recordar a Jesucristo en Belén, en las bodas de Caná, en la Resurrección y Ascensión. Pero me gusta contemplarle como es en realidad, con todo el arco de su vida: el gozoso y el doloroso, y aquí es donde yo pondría la puntualización que añades: QUE NOS INDICA EL CAMINO QUE VAMOS A SEGUIR, porque el camino que hemos de seguir para llegar a identificarnos con Jesús y llegar a participar de su triunfo, es el de la Cruz: ‘si alguno quiere venir en pos de mí, que tome su cruz cada día y me siga’. No hay una sola frase en el Evangelio en que Jesús nos recomiende a sacudirnos de encima la Cruz. Es consecuencia lógica del amor que no cede al egoísmo, al capricho, sino que es fiel].
No pretendo convencerte de algo que no sea tu criterio. Lo que tú piensas es para mí muy respetable, y tú, para mí, eres muy respetado. Comprendo, además, que en la mentalidad que hoy está en circulación, la cruz puede considerarse sólo indeseable.
Que le digan a una madre, que acompaña a su hijo enfermo, que le deje para irse de fiesta, en lugar de perder meses y meses a la cabecera de su hijo que solo emite lamentos de dolor. A Jesús crucificado le dijeron: ‘Baja de la cruz y creeremos en ti’, ‘A todos a salvado, que se salve a sí mismo…’. La respuesta de Jesús ante estas provocaciones solo era ‘Padre perdónalos porque no saben lo que hacen’. A ti y a mí nos puede parecer incomprensible. A Jesús, no. Él estaba en otra onda.
Te podría dar la razón de que contemplar a un crucificado, no tendría por qué ser nada grato para un niño. Pero tú también aceptarás que los niños entienden las cosas cuando las personas mayores que les rodeamos se las sabemos exponer. Me viene a la mente la ‘alegría’ con que actualmente los niños, desde muy pequeños, se enfundan el 1 de noviembre máscaras representando cadáveres en estado de descomposición, con ojos entumecidos y amoratados, con boca exudando sangre, y cabellera raída, dientes en plena caída, y con ello se hacen la envidia de sus compañeros que sólo se han disfrazado de esqueleto …
Yo tengo la experiencia (que posiblemente tú también tienes) de ver a niños acercarse a besar un gran Crucifijo, coronado de espinas y flagelado, con cara bondadosa y serena. Y saben que van a besar a Jesús que ha dado su vida porque nos ama.
Tu dices: para la mayoría, todo es inamovible y el que expone otro punto de vista, comete sacrilegio. Etc [ No, Antonio, no comete sacrilegio quien tiene otro punto de vista. Simplemente se le considerará discrepante o poco informado.].
También dices: REPITO QUE ME GUSTARIA RECORDAR A JESUCRISTO EN EL BELEN, EN SUS MUCHOS ACTOS DE AMOR Y DE EJEMPLO, ESPECIALMENTE EN SU ASCENSION A LOS CIELOS, [ Antonio, también a mí me gusta recordar a Jesucristo en Belén, en las bodas de Caná, en la Resurrección y Ascensión. Pero me gusta contemplarle como es en realidad, con todo el arco de su vida: el gozoso y el doloroso, y aquí es donde yo pondría la puntualización que añades: QUE NOS INDICA EL CAMINO QUE VAMOS A SEGUIR, porque el camino que hemos de seguir para llegar a identificarnos con Jesús y llegar a participar de su triunfo, es el de la Cruz: ‘si alguno quiere venir en pos de mí, que tome su cruz cada día y me siga’. No hay una sola frase en el Evangelio en que Jesús nos recomiende a sacudirnos de encima la Cruz. Es consecuencia lógica del amor que no cede al egoísmo, al capricho, sino que es fiel].
No pretendo convencerte de algo que no sea tu criterio. Lo que tú piensas es para mí muy respetable, y tú, para mí, eres muy respetado. Comprendo, además, que en la mentalidad que hoy está en circulación, la cruz puede considerarse sólo indeseable.
Que le digan a una madre, que acompaña a su hijo enfermo, que le deje para irse de fiesta, en lugar de perder meses y meses a la cabecera de su hijo que solo emite lamentos de dolor. A Jesús crucificado le dijeron: ‘Baja de la cruz y creeremos en ti’, ‘A todos a salvado, que se salve a sí mismo…’. La respuesta de Jesús ante estas provocaciones solo era ‘Padre perdónalos porque no saben lo que hacen’. A ti y a mí nos puede parecer incomprensible. A Jesús, no. Él estaba en otra onda.