Me asomo al foro mientras ponen la mesa y me encuentro,...

Sr. Reyes. Ya veo que para usted el único argumento válido para explicar lo esotérico, es el manido “libre albedrio”. Por supuesto que no le pediré un esfuerzo que pueda ofender su creencia. Puesto que usted lo menciona le recordaré que Juan Pablo II dijo que el Purgatorio no existía y que el Infierno era una metáfora. Lo que me ha llamado enormemente la atención es que usted se nombre mensajero para salvar no se que de mi y pedirme acompañarle en sus veneraciones. Lo que se me ocurre en plan socarrón, es pedirle que la próxima vez que tenga audiencia con El, le haga llegar mis quejas. Dígale que me inquieta sobre manera que su palabra no pueda traspasar las lindes del Paraíso por estar sujeta a vigilancia terrenal. Un saludo

Me asomo al foro mientras ponen la mesa y me encuentro, entre otras, esta cosa curiosa: que el papa Juan Pablo II dijo que el purgatorio no existía. Luego es posible que venga otro, y apoyado en esa "información" saque nuevas cadenas de consecuencias.
No, Carlos. Lo que dijo el papa Juan Pablo II (y muchos años antes lo dijeron otros) es que no existía el limbo (que no es lo mismo). El purgatorio, que yo sepa, no lo ha negado aún ningún papa. El limbo (que nunca fue de fe, sino una afirmación teológica) hacía muchos años (mucho antes del Concilio) que ya era considerado que no existía.
Me voy a cenar. Lástima que no puedo invitarte.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Mea culpa mea culpa. Efectivamente cometí un lapsus calami y doy las gracias por ponerlo en mi conocimiento. Pido disculpas, especialmente al Sr. Reyes y a todos lo que me leyeron y pude inducir a error.
Fue Juan Pablo II quien dijo que el cielo y el infierno no eran lugares físicos sino solamente estados de ánimo acabando con las imágenes espeluznantes o paradisiacas con las que intentaron lobotomizar a las masas. Benedicto XVI tuvo prisa en enmendar estas afirmaciones, que ponían patas arriba siglos de interpretaciones. No obstante, si rectificó definiendo el purgatorio prácticamente como dejo dicho su antecesor como un “fuego interior”
Podríamos discutir sobre el uso, incluido el Limbo, que se dio en un pasado cercano, y actualmente en vigencia, de su beneficio y perjuicio en los creyentes.
Lastima de haberme perdido esa cena. Si sucede en otra ocasión, aceptaré la invitación con una condición: que no hablemos de política, religión o deporte. Un saludo ... (ver texto completo)