Glyzelle Palomar, filipina de 12 años que vivía en...

Glyzelle Palomar, filipina de 12 años que vivía en la calle, le dijo al Papa entre lágrimas: “Hay muchos niños abandonados por sus propios padres, muchos víctimas de cosas terribles como las drogas o la prostitución. ¿Por qué Dios permite estas cosas, aunque no es culpa de los niños? y ¿por qué tan poca gente nos viene a ayudar?”.

Francisco, respondió: “Ella ha hecho la única pregunta que no tiene respuesta...”.

saludos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Esa pregunta la hizo una niña en mi clase de religión, la monja se quedo cortada
un momento y por fin dijo, lo que os voy a decir os sonara a blasfemia PERO HAY COSAS QUE NI DIOS PUEDE HACE, nos dejo a todas con la boca abierta y casi asustadas.
Nos estaba explicando el poder de Dios decía; no se mueve la hoja de un árbol sin que lo consienta Dios, ¿os imagináis la cara de niñas de 7 o 8 años? es una de las cosas que nunca he podido olvidar
IBERIA. Sabias palabras del papa, ¿no te parece? Creo que encierran todo un contenido profesional donde la razón no justifica la fe, aunque a veces van cogidos de la mano.

Un saludo.