He nacido y crecido en una familia creyente.
He acompañado a mi madre a misa siempre que me lo ha pedido (ahora está impedida y la ve por televisión)
La Navidad me sigue emocionando, pues me recuerda momentos y personas que ya no están.
Los nacimientos y belenes me producen mucha ternura y me gusta colocarlos.
Me gustan las procesiones como tradición cultural.
Soy asidua visitante de iglesias y museos de arte sacro.
Respeto profundamente la fe de mi madre (la reconforta muchísimo creer en algo para aguantar los problemas y desgracias de la vida) y ella me respeta a mí.
No recuerdo cuando dejé de creer. No fue algo brusco, si no poco a poco y de forma natural, sin problemas ni agobios mentales. Creo que comencé a encontrarle al planteamiento "YO MANDO, TÚ OBEDECES, Y SI NO LO HACES, TE CASTIGO", un tufo demasiado "humano" y por lo tanto indigno de ser el pensamiento de un ser supuestamente divino.
Pienso que el concepto "DIOS" es como una marioneta que es movida por manos tan humanas como las mías.
No obstante, respeto todas las creencias, siempre que no se mezclen con mezquindad y politiqueos.
Un saludo.
He acompañado a mi madre a misa siempre que me lo ha pedido (ahora está impedida y la ve por televisión)
La Navidad me sigue emocionando, pues me recuerda momentos y personas que ya no están.
Los nacimientos y belenes me producen mucha ternura y me gusta colocarlos.
Me gustan las procesiones como tradición cultural.
Soy asidua visitante de iglesias y museos de arte sacro.
Respeto profundamente la fe de mi madre (la reconforta muchísimo creer en algo para aguantar los problemas y desgracias de la vida) y ella me respeta a mí.
No recuerdo cuando dejé de creer. No fue algo brusco, si no poco a poco y de forma natural, sin problemas ni agobios mentales. Creo que comencé a encontrarle al planteamiento "YO MANDO, TÚ OBEDECES, Y SI NO LO HACES, TE CASTIGO", un tufo demasiado "humano" y por lo tanto indigno de ser el pensamiento de un ser supuestamente divino.
Pienso que el concepto "DIOS" es como una marioneta que es movida por manos tan humanas como las mías.
No obstante, respeto todas las creencias, siempre que no se mezclen con mezquindad y politiqueos.
Un saludo.