Pobre de espíritu es quien, de lo necesario, sabe quedarse...

Pobre de espíritu es quien, de lo necesario, sabe quedarse con lo imprescindible; y de las cosas imprescindibles, se aferra sólo a las que son verdaderamente necesarias.

Ser pobre de espíritu es ser capaz de renunciar a cosas que, sin ser malas, nos alejan de vivir con autenticidad lo que queremos.
No es pobre el que tiene pocas cosas sino el que, satisfecho con lo que tiene, no desea más. Hay quien, teniendo pocas cosas, es feliz y no vive añorando lo que le falta; y hay quien, teniendo de casi todo, está continuamente pensando en lo que le falta para estar a la última, para no ser menos que los demás, para... ¿Quién es más pobre? Sin duda que quien, teniendo muchas cosas, siente que le falta de todo.

La pobreza de espíritu no se mide por las cosas que se poseen, sino por las cosas que se valoran...

SaLuDoS