DÍA - 6 – 12 – 2023:
LA FRIALDAD DE LOS HOSPITALES:
Cuando se acercan estas fechas de Navidad, no puedo evitar revivir mi paso por el hospital, por muy prestigioso que sea, si estás sola cuidando a tu marido fuera de tu casa, todo te parece triste y muy frio, es durísimo la espera cuando la vida depende de un trasplante, ves como pasan los días, las semanas, los meses, y tode sigue como el primer día, te das cuenta de que al enfermo se le escapa la vida, y nada se puede hacer, yo personalmente cuando se hacía de noche y todo se quedaba en silencio, no era capaz de pensar que llegara el órgano, para que le hicieran el trasplante, y poder volver a casa con nuestro hijo, puesto que para que eso ocurriera tendría que morir otra persona, así que nuestra alegría dependía de la desgracia de otra familia, es por eso que me quedaba bloqueada, y sinceramente nunca pensé que ese momento llegaría, así estuvimos 6, largos meses, hasta que una noche, entro la enfermera para decirnos que tenían un donante, y todo se organizó muy rápido porque el órgano no tenía que venir de fuera debido a que hacía unas horas se produjo un atropello en la misma puerta del hospital, y este joven que fue atropellado, era amigo del compañero de habitación de mi marido, eso nos causó muy mala impresión por la pérdida de ese joven, los médicos nos animaron para que no desaprovecháramos esta oportunidad, así que se decidió que se lo hicieran, la despedida fue muy triste pensando en la cantidad de horas, que esa intervención duraría, por resumir un poco, cuando estábamos en la sala de espera, vimos pasar a mi marido, que venía andando hacia nosotros, nos quedamos muy sorprendidos, hasta que los médicos, nos dieron las explicaciones oportunas, al parecer cuando tuvieron el órgano en las manos se dieron cuenta de que tenía un golpe y no era conveniente ponérselo a otra persona, dando gracias que a Gregorio, no le llegaron a intervenir, así que otra vez estábamos como al principio, de nuevo a esperar con todo lo que eso conllevaba. Largos meses de sufrimiento. Hasta que llego el siguiente órgano, siendo un éxito la operación, no así la calidad de vida del trasplantado.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
LA FRIALDAD DE LOS HOSPITALES:
Cuando se acercan estas fechas de Navidad, no puedo evitar revivir mi paso por el hospital, por muy prestigioso que sea, si estás sola cuidando a tu marido fuera de tu casa, todo te parece triste y muy frio, es durísimo la espera cuando la vida depende de un trasplante, ves como pasan los días, las semanas, los meses, y tode sigue como el primer día, te das cuenta de que al enfermo se le escapa la vida, y nada se puede hacer, yo personalmente cuando se hacía de noche y todo se quedaba en silencio, no era capaz de pensar que llegara el órgano, para que le hicieran el trasplante, y poder volver a casa con nuestro hijo, puesto que para que eso ocurriera tendría que morir otra persona, así que nuestra alegría dependía de la desgracia de otra familia, es por eso que me quedaba bloqueada, y sinceramente nunca pensé que ese momento llegaría, así estuvimos 6, largos meses, hasta que una noche, entro la enfermera para decirnos que tenían un donante, y todo se organizó muy rápido porque el órgano no tenía que venir de fuera debido a que hacía unas horas se produjo un atropello en la misma puerta del hospital, y este joven que fue atropellado, era amigo del compañero de habitación de mi marido, eso nos causó muy mala impresión por la pérdida de ese joven, los médicos nos animaron para que no desaprovecháramos esta oportunidad, así que se decidió que se lo hicieran, la despedida fue muy triste pensando en la cantidad de horas, que esa intervención duraría, por resumir un poco, cuando estábamos en la sala de espera, vimos pasar a mi marido, que venía andando hacia nosotros, nos quedamos muy sorprendidos, hasta que los médicos, nos dieron las explicaciones oportunas, al parecer cuando tuvieron el órgano en las manos se dieron cuenta de que tenía un golpe y no era conveniente ponérselo a otra persona, dando gracias que a Gregorio, no le llegaron a intervenir, así que otra vez estábamos como al principio, de nuevo a esperar con todo lo que eso conllevaba. Largos meses de sufrimiento. Hasta que llego el siguiente órgano, siendo un éxito la operación, no así la calidad de vida del trasplantado.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.