En la celda de castigo...

Dionisio, te da envidia de libertad que todos los foreros respetan menos tu y que si preguntamos uno a uno a ti no te soporta nadie.
Que sacas con ofender a libertad porque le tienes esa mania, hay celos de alguien a la que tu aprecias y esa`persona, siente mucha simpatia por el ¿ES ESO?

En la celda de castigo
de la cárcel de un presidio de un penal
estoy cumpliendo condena
estoy sufriendo una pena
que es la ausencia de mi libertad.

Yo, un hombre tranquilo
que busca en la vida pa´el y los suyos (poropopó poropopó)
porque la familia es lo mas importante que hay en este mundo (poropopó)
que han demostrado amor de verdad

mas, al llegar a casa
tras un largo día de trapicheo (poropopó poropopó)
esa mujer cruel no tenía listo “toavia” el papeo (que malas son, que malas son)
y la tuve que de “de matar”.

Solo porque la cosí a navajazos en mitad de la cocina
y los niños la miraban desangrarse
y como me daban pena fui también y los maté. (“mu” bien)

Me llaman mala persona
me llaman mala persona
me llaman mala persona.

Y es que no, no hay derecho no lo hay, no lo hay
no hay derecho no lo hay, no lo hay
no hay derecho, no lo hay, no lo hay.
Ni lo ha habido ni lo habrá.

Pues yo, (tú, él)
otro hombre tranquilo
pa´l que la amistad es siempre lo primero (diga usted que si compadre)
porque los amigos son como un tesoro caído del cielo, (Me cayó un amigo el otro día)
y no hay “na” que se pueda comparar.

Mas, un amigo un día “mu” de madrugada “mu” tempranero, (a quien
madruga Dios le apoya)
vino a despertarme, vino a decirme soy un campanillero
y lo tuvo que de reventar.

Sólo por haberle introducido un total de veinticinco campanillas
una a una por el culo, para luego destriparle y sacárselas de
nuevo con el animo “alevósico” de hacérselas tragar. (“mu” bien)

Me llaman mala persona
me llaman mala persona
me llaman mala persona.

Pues yo, otro hombre tranquilo
mucho más si cabe que mis compañeros, (pero si “paese” un “muertesito”)
encontré entre rejas lo que me “fartaba” fuera del talego
y es que odio la “de libertad”.

Mas, el alcaide un día dijo
que por mi buen comportamiento, (comportamiento, comportamiento)
me daría el indulto
y sería de nuevo libre como er viento, (“librecomoerviento”,
“librecomoerviento”)
y lo tuve que derreventar.

Porque de un solo porrazo que le di en mitad la boca
le saqué todos los piños y con un cuidado extremo
recogí todas las piezas, las pegué con pegamento (que
por cierto era muy bueno) y con su propia dentadura
una vez reconstruida le corte la yugular (ahí le duele).

Me llaman mala persona
me llaman mala persona
me llaman mala persona.