No me importa que la mar esté iracunda, Taller de aprendizaje de poesía

No me importa que la mar esté iracunda
ni me importa que la bruma oculte el sol,
que de amantes la tierra esté vacía...
¡Nadie mata el amor!

Mientras brillen tus ojos tras las lágrimas
después de la pasión,
mientras tu boca se funda con mi boca,
¡Nadie mata el amor!

Mientras que en una tarde calurosa
una rosa me embriague con su olor,
mientras que tu sonrisa me enamore,
¡Nadie mata el amor!

Mientras que me sonroje tu mirada,
me alegre el alma y avive el corazón,
mientras TÚ me desarmes con susurros,
¡Nadie mata el amor!

Mientras que me cobijes en tu pecho
cuando imploro perdón,
mientras que me emociones con tus versos,
¡Nadie mata el amor!

Noemí

Al estilo becqueriano.