SILVA

LO QUE PIENSA EL VIEJO PASTOR:

Triste estaba una tarde la pastora
que reinaba en su prado;
y su rostro de lágrimas mojado
delataba las penas del olvido.
Buenos tiempos otrora,
recordaba sumisa:
el amor prohibido,
las diademas de flores,
los campos, estallido de colores.
Y soñaba que era dueña de los cielos,
que dormía entre sábanas muy bellas;
así eran sus anhelos
teniendo por techado las estrellas.

Noemí.

Esta Silvia es de hace más de tres años. Me la corrigió Plazalagua.

Feliz tarde, taller.