Pero ahora se queja que Carmen escribe y cuenta cosas sobre él porque cuando uno se ha ido haciendo poco a poco conocido tratando a alguien como yo, si primero se benefició, ahora se arrepentirá. Me pidió favores para hacerse con la lista de los quintos y empezar las merendolas, y yo, se la facilité; pero hijos e hijas, quien hace un cesto hace ciento, y lo mismo que antes le ayudaba a encontrarse con amigos desconocidos, hoy día le serviré de fama en su nuevo mundillo. Y no os podéis creer que ya he encontrado a gente en mi mismo lugar, que también los utilizó, y hoy día se alían conmigo en su contra. La aventura acaba de empezar. El caso es dar los cosas a conocer que luego todo viene rodado. Mira tú que yo no tengo un escaño que conservar, él sí. Que le dure.
Me pinta que este es como uno de Valdemoro, que empezó de alcalducho de pueblo y trepó, trepó, trepó y mira tú como acabó.