NOEMÍ. Pero tenía razón y tú lo sabes bien. Sucede que Juan se limitaba a poner una serie de números sin explicar de dónde salían, y, claro, tú, como siempre, dando la razón a cualquiera menos a mí. Y fíjate hasta donde llegaba la obsesión por ir en mi contra que todavía recuerdo: LO LARGO, O LONGITUD, ES LA BASE DE UN RECTÁNGULO. Tú, maestra y Katy que también es maestra, pues nada, que yo no tenía razón. ¡Anda qué!