Guarneciendo de una ría...

Guarneciendo de una ría
la entrada incierta y angosta,
sobre un peñón de la costa,
que bate el mar noche y día,
se alza, gigante y sombría,
ancha torre secular,
que un rey mandó edificar
a manera de atalaya,
para defender la playa
contra los riesgos del mar.

Gaspar Núñez de Arce.