VAYA BICHO......

VAYA BICHO...

Lo vi llegar desde lejos,
las manos en los bolsillos
cuesta arriba lentamente,
los ojos caídos brilantes de haber bebido
y la lengua trapajosa.
"Es que soy tu cumpleaños" -dijo,
como si fuera algo grande,
como si fuera yo a alegrarme.
Yo lo eché de allí patadas,
para que no volviera ni dijera nada
que con este cuerpo y estos otoños pasados
no hace falta recordarlo
ni que me lo diga nadie
ni apuntarlo en su diario
los que quieran molestarme.
Prefiero que el perro de los portones
me ignore al pasar
y que tampoco me ladre.