Podría haberme emborrachado...

Podría haberme emborrachado

de ansiolíticos potentes

o de vodka barato.

Podría haberme enganchado

a la coca, a las telenovelas

o al chocolate.

Podría haberme hecho adicta

a tus ausencias

a tu malquerer, a tu dolor,

a tu lista de contraindicaciones,

pero preferí averiguar

qué eran los dos bultos

que me nacían en la espalda

y echarme a volar.

Begoña Abad