Buenísima, Cabrero....

MI SOMBRA

Mi sombra me persigue y me amenaza,
como si fuera un fantasma, en la noche,
cuando vuelvo solo a casa,
cuando me encuentro en el bar con amigos.

Ayer le hice frente sobre la pared,
pero se aparta
y no la logro atrapar. Es muy flexible.

Está en mi cabeza, en mi memoria,
en mi propio organismo
y no la puedo separar.

Dijo el psiquiatra que tomara las pastillas,
pero ella vuelve.

Hoy le voy a preparar una trampa, tengo un plan:
le diré a todo que sí
y a lo que sea sí le diré que no…

Pero le veo difícil solución;
ella tiene poco tacto,
yo, poco valor.

Estoy mejor si me emborracho,
cuando nos vamos de copas
juntos los dos…

Buenísima, Cabrero.
Un abrazo.