AY AMOR ...

AY AMOR
Ay amor que te marchaste
sin una señal dejar
ni en mis sueños, ni en mi alma
a ese lugar celestial.
Nunca dejé de quererte
de soñar sin esperanzas
de volverte a ver un día
como otros más felices.
Te llamé mi Angel Rubio
te guardé en mis sentimientos
y solo espero encontrarte
dentro de muy poco tiempo.
Te admiraré de reojo,
porque estás acompañada
y aquel que tuvo la dicha
de tenerte entre sus brazos
te guardará como un can
que a sus cachorros los guarda.
Recuerdo aquellos días
que dos niños paseaban
mirándose tiernamente
con al fondo de la playa.
Esperame un poco más,
a él no le digas nada,
y recuerda como yo
aquella dicha lejana.