P E N A...

P E N A
Pena siento por la pena que me abruma
siento pena por la vida encadenada
es la pena que con garras de tigresa
en sus redes envuelve y aprisiona.
La negra noche que mi vida enluta,
mató la luz que renacer quería
robó la dicha que alcanzando estaba,
dicha que acaricié con alegría.
Ya no tengo tu pelo ni tu risa,
ni tu voz, ni la flor de tu mirada,
sólo me queda el recuerdo amado
de tu beso que adoré extasiado.
Ya no tengo el amor entre las manos,
la vida esquiva me clavó su espina
condenando a morir en agonía
a un corazón que a latir volvía.
Mil millones de años nos separan,
cien paises separan nuestra dicha;
ya no espero el milagro que devuelva
a mi alma la luz de tu mirada.
Desconozco la existencia de los cielos,
sólo en infiernos creo, atormentado;
una estocada recibió mi pecho
que hasta ayer latía esperanzado.
Ya de los dioses buenos desconfío,
los diablos me dan su compañía,
y en las llamas de su fuego eterno
arderá para siempre mi vida herida.
Adiós mi amor, adiós vida querida,
me depido con ardientes lágrimas
que lavan los pecados de mi vida
y el delito de la fé perdida.