El castor miraba...

El castor miraba
al mar desde la otra orilla,
tratando de adivinar
que era aquello que veía.

Tomaba tranquilo el sol,
con los ojos entornados,
vigilando desde el puente
los peces allí nadando.

Con gran sorpresa observó
que una dama alli pasaba
desde una orilla a la otra
con garbo y gran elegancia.

Enamorado quedó
sin remedio en un instante,
la dama le dejó
su corazón palpitante.

el se enamoro de su pelo
de los ojos incandescentes
haciéndole juego por cotraste al mar
con un cuerpo imponente

Meses y meses pasaba
observando a la mocita
prendado de su hermosura
su belleza pero sin cita

Meses y meses llevaba
sin atreverse a decirla,
ni a declararla su amor
lo que por ella sentía.

La dama muy orgullosa
demasiado presumida,
mueve su cuerpo con gracia
sabiendo como la mira.

Espera que la declare
el Castor su amor,
pero se siente cansada
ya de tanta indecisión.

Mirando al cielo ella ha visto
un auténtico galán,
es un galán muy tieso
que la mira sin cesar,

Se acerca a ella resuelto
sin apenas titubear,
le ha declarado su amor
y ella... se vuelve a enamorar.

El Castor con ella al frente
con los ojos entornados,
ve que ha perdido a su amada
ve como se la han llevado.

En esta vida hay que ser
más resuelto y decidido,
pues mientras unos lo piensan
los otros ya han elegido.